Emotiva despedida a Constanza Vanoli tras 27 años de docencia
Dialogamos con la profesora sobre su jubilación y el inicio de una nueva etapa en su vida.
Una emotiva jornada se vivió este jueves en el Colegio Nuestra Señora de Luján, donde la profesora Constanza Vanoli recibió una cálida y sorpresiva despedida por parte de la comunidad educativa, al acogerse a su jubilación luego de 27 años de trayectoria docente.
Constanza creyó que su jornada laboral finalizaba como cualquier otra, hasta que el profesor de Educación Física Pablo Romano la acompañó hasta la calle, donde la esperaba un pasillo humano que abarcó toda una manzana. En medio de aplausos, carteles y emociones, la docente corrió su última carrera hasta llegar a la esquina, donde la esperaban los niños, docentes, colegas del CEF N°9, familiares y amigos.
“No me esperaba esto. Sé que estuvo mi compañero de trabajo atrás de todo eso y la verdad se lo agradezco, porque fue una despedida que no imaginaba”, expresó conmovida. “Yo ya me iba y me decían que esperara, que había que hacer algo más. Cuando salgo y veo a todos esperándome —alumnos, docentes, compañeros de otras instituciones y mi familia—, fue realmente espectacular. Muy emotivo”.
Vanoli inició su carrera docente a los 18 años, tras comenzar sus estudios en Bahía Blanca. “Empecé muy chica, porque en ese momento faltaban profesores en la pileta de natación. Mis primeros alumnos ya son grandes, incluso uno de ellos es profesor de educación física”, recordó.
A lo largo de casi tres décadas, pasó por diferentes establecimientos educativos de la región: “Trabajé en Villa, Sierra, Saldungaray, Tornquist, Tres Picos… en todas las escuelas”, señaló. Su recorrido finalizó en la Escuela N°12, el CEF N°9 y el propio Colegio Nuestra Señora de Luján, donde fue titular durante gran parte de su carrera.
“Tengo 20 años en el Colegio de Hermanas y 20 campamentos en mi vida. El CEF es familia para mí, porque fui alumna y terminé siendo profesora allí. Fue muy lindo cerrar el ciclo en los lugares donde también me formé”, comentó.
Consultada sobre cómo vive este cierre de etapa, respondió: “Me dio mucha pena dejar a los alumnos. Cuando te dicen ‘profe, no te vayas’, te llega al corazón. Pero es una etapa cumplida. Hay que dejar lugar a los profesores nuevos que vienen con energía”.
Casada y madre de dos hijos, Vanoli destacó el acompañamiento constante de su entorno: “La familia cumple un rol primordial. Mi esposo, mis hijos, mis hermanos, mi mamá, todos estaban pendientes de que llegara la jubilación, que tardó dos años en salir”.
Ahora, ya retirada de la docencia, se dedicará de lleno a un emprendimiento propio vinculado al deporte. “Estoy muy contenta con el negocio. Tenía miedo de cómo iba a responder la gente, pero por suerte va muy bien. Y es algo que sigue relacionado con lo mío”, comentó.
Con una sonrisa, cerró la nota con una mezcla de nostalgia y alegría: “La educación física fue una parte muy importante de mi vida. Dediqué mucho a la escuela y a los chicos. El cierre es feliz. Lo raro va a ser el lunes que viene, cuando no tenga que poner el despertador para ir a trabajar”.
La jornada concluyó entre aplausos, abrazos y lágrimas, en un reconocimiento más que merecido para quien dejó una huella imborrable en generaciones de alumnos.
