Francisco Vanoli: “Un paseo de artesanos no puede estar al lado de una iglesia”

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El arquitecto cuestionó la ubicación del nuevo paseo inaugurado en la plaza Ernesto Tornquist.

El reconocido arquitecto Francisco Vanoli manifestó su malestar y profunda disconformidad con la reciente construcción del paseo de artesanos en la plaza Ernesto Tornquist, específicamente en el sector ubicado entre la Iglesia y el Salón Parroquial. El profesional cuestionó las decisiones que permitieron esta intervención y expresó su preocupación por lo que considera una pérdida creciente de la identidad y originalidad del espacio público central del pueblo.

La intervención en un espacio sagrado

“El lugar donde se instaló el paseo es un predio que pertenece a la curia y no se puede tocar. Hay que respetar primero el templo, luego el lugar de oración y también el Salón Parroquial. Todo ese espacio fue diseñado originalmente por el arquitecto Ricardo de Bari como parte de un conjunto religioso. Incluso estaba pensado para una futura ampliación vinculada a la iglesia, con un espacio para el retiro espiritual de los curas o para hacer procesiones. No es un terreno abandonado como muchos creen: es un lugar de culto.”

Una plaza con historia que se desdibuja

Vanoli fue categórico al rechazar la intervención urbanística reciente: “La plaza está desapareciendo. Tiene una historia terrible detrás, la historia de Salamone, la de Thays, la de de Bari. No cualquiera puede intervenir en la plaza. A mí me costó tres o cuatro años pensar cómo intervenir cuando me convocaron para diseñar la capilla de oración. No es sumar ferias, juegos y luces como si fuera un circo. La plaza no es para eso.”

El rechazo a estructuras fijas

Para el arquitecto, el problema no es la actividad de los artesanos en sí, sino el modo y el lugar en que se desarrolló: “No estoy en contra de los artesanos. Lo que cuestiono es que hayan instalado una estructura fija en un lugar que debería mantenerse libre. En otros lugares, los puestos son móviles, se montan y se desmontan. Yo estuve en Nueva York, en Bryant Park, y los puestos son todos desmontables, iguales, armados solo para los eventos. Acá quedó una estructura fija que, si no hay movimiento, va a morir.”

El parque lineal y el ferrocarril, como alternativas

Vanoli remarcó que existían mejores opciones para ubicar el paseo: “El parque lineal era el lugar ideal. O la zona del ferrocarril. Yo había diseñado un paseo en forma de herradura, con locales y circulación, algo que le hubiera dado vida a esa zona. Ana Donini lo conocía y le encantaba la idea. Pero insistieron en hacerlo dentro de la plaza, y eso no se puede hacer.”

El respeto al espacio religioso

Uno de los ejes centrales de su crítica fue la cercanía del paseo con espacios religiosos: “En la capilla de oración entra gente a rezar, muchas veces en silencio, con problemas personales. No se puede mezclar eso con un DJ o una feria. No se puede confundir lo sagrado con lo festivo. No se puede instalar música ni luces ahí. No es el lugar.”

Críticas al manejo del arbolado y las obras en la plaza

Vanoli también expresó su disconformidad con el tratamiento que ha recibido el espacio verde central de la localidad: “Ahí empezó el desastre de la plaza: con la tala indiscriminada de árboles. Sacaron muchos árboles sin una planificación clara. Teníamos un relevamiento completo con Roberto Arata y su hija, sabíamos dónde estaban los árboles originales. ¿Quién decidió cuáles quedaban y cuáles no?”

Además, apuntó contra los materiales usados en las reformas: “El piso blanco que pusieron no tiene nada que ver con la plaza. Sacaron la laja original, que era parte del diseño de Salamone, y terminó en campos o casas particulares. Eso no puede pasar. No se puede poner piedra blanca a competir con el mobiliario histórico. Pierde prestigio el conjunto.”

La iluminación y los canteros, otros puntos cuestionados

“La iluminación actual no está pensada en armonía con lo que ya había. No puede haber la misma lámpara en la plaza que en cualquier vereda del pueblo. Tampoco los caminos blancos. No respetaron la piedra ni la vegetación original.”

Un llamado a la planificación a largo plazo

Vanoli reclamó la necesidad de una mirada más integral sobre el espacio público: “No hay un grupo con una visión clara de cómo encarar el desarrollo de la plaza para los próximos 10, 15 o 50 años. Si seguimos sumando cosas sin sentido, lo que se va a perder es la esencia. Se necesita una intervención paisajística seria, no simplemente hacer lo que uno quiere en el momento.”

En relación a la construcción de la capilla 

Finalmente, recordó que el espacio donde hoy se instaló el paseo había sido pensado originalmente para una ampliación de la capilla: “Con el padre Norberto habíamos proyectado hacer ahí la capilla de oración. No se hizo por falta de presupuesto, pero la intención existía y el diseño estaba. Por eso me duele tanto: ese lugar no estaba vacío, tenía un sentido. Fue pensado como un espacio de retiro, de meditación.”

“A mí me pueden criticar lo que quieran, pero lo digo porque soy de Tornquist y quiero defender lo que es nuestro. No quiero hablar mal de nadie, pero si no nos metemos y opinamos, cada uno hace lo que quiere. Y la plaza no se puede intervenir así nomás. No cualquiera puede tocarla", concluyó. 

Nota a Francisco Vanoli