El 80% de los trabajadores prioriza aprender nuevas habilidades en su trabajo
De acuerdo con un relevamiento privado.
Buenos Aires, 21 junio (NA)– La capacitación interna gana peso en la competitividad laboral y la posibilidad de seguir formándose dentro del trabajo es uno de los factores clave que los empleados valoran al momento de permanecer en una empresa, de acuerdo con un relevamiento privado.
Así lo revela el estudio independiente sobre employer branding realizado por Randstad, del que surge que el reskilling es muy importante para la mayoría de los trabajadores (79%), especialmente para los perfiles profesionales (80%).
Dentro de ese 79% se destaca un mayoritario 59% de los consultados que considera que es muy importante que su empleador le brinde la posibilidad de aprender nuevas habilidades, y un 20% que indica que es un factor importante. Asimismo, el 83% de los trabajadores que tienen intención de cambiar de empleo, consideran este aspecto como especialmente relevante.
Por su parte, en el desglose por género surge que en Argentina las mujeres (81%) le otorgan más importancia al reskilling que sus colegas hombres (76%).
El reporte subrayó que las empresas deben adaptar sus iniciativas de formación y reskilling para que se ajusten a los desafíos y necesidades específicas que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral, sin dejar de lado las iniciativas generales que ayuden a desarrollar y comprometer al talento.
El estudio de Randstad también analiza la importancia del reskilling según el perfil profesional de los trabajadores. Los resultados muestran que este aspecto cobra más relevancia entre los perfiles profesionales en el 80% de los casos, mientras que entre perfiles operativos y los
perfiles digitales tiene una valoración levemente menor (74% en ambos casos).
Sobre estos resultados, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina, Chile y Uruguay, afirmó: “En un mercado laboral en transformación constante, donde los ciclos son más cortos y los conocimientos y habilidades pierden vigencia cada vez más rápido, las personas valoran especialmente a aquellas empresas que les brindan oportunidades de aprendizaje y desarrollo”.
“La inversión en formación y desarrollo ayuda a las organizaciones a cerrar la brecha de habilidades y la escasez de talento, al tiempo que impacta en el compromiso de sus colaboradores”, agregó.
De acuerdo al estudio de Randstad, si bien la intención de cambio de empleo subió 3 puntos porcentuales entre los trabajadores en el último semestre, alcanzando el 34% frente al 31% del semestre anterior, los cambios de trabajo efectivamente concretados aumentaron solo 1 punto
porcentual (12% vs 11%).
La basa tasa de cambios concretados muestra que este comportamiento ha sido bastante estable. El contexto de incertidumbre, la inflación y otros componentes de la macroeconomía local explican en parte la actitud conservadora de los trabajadores.
Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las empresas refuercen las estrategias de fidelización y engagement de sus colaboradores para evitar que una mayor intención de cambio impacte en un aumento en la rotación.
“Si bien la intención de cambio crece, muchos trabajadores siguen adoptando una actitud conservadora frente a un contexto económico aún incierto. Esta relativa estabilidad es una oportunidad para que las organizaciones se anticipen y refuercen sus estrategias de formación y reskilling como un factor clave para consolidar el vínculo con el talento y reducir el riesgo de una rotación acelerada cuando el mercado laboral tome mayor dinamismo”, concluyó Ávila.
