Historias del Hotel “Unión” y “Santa Lucía” : Relatos de hospitalidad y familia

04/08/2024 23:05:07 | 2699 LECTURAS | GENERALES

Recopilamos parte de su historia y hablamos con Olga Foresti que fue testigo de este lugar emblemático. Antes funcionó como Hotel “Unión”.

Hacia 1906, comenzó a gestarse la historia de un hermoso edificio ubicado en la primera cuadra de Calle Irigoyen entre Ernesto Tornquist y 25 de Mayo.

Se trataba del Hotel “Unión” de la familia Iriazabal. En ese lugar han sido muchas las historias de pueblo que se han contado, pero la que mas impacto causó fue la de Carlos Ardohain, un aviador domiciliado en Cabildo y que habitualmente visitaba a su novia, la hija del propietario del hotel.

Ardohain, un día de febrero de 1926 llegó a nuestra ciudad en su avión de tela y se dispuso a dejarlo en lo que hoy es el predio del Club Unión de nuestra ciudad, para luego visitar a su prometida.

Ese día, la tragedia se llevaría al piloto, una vez que despegó algo salió mal y a unos 200 metros del camino vecinal que conduce a Tres Picos, el aparato tomó fuego y se precipitó cerca de las vías del ferrocarril, pereciendo en el acto.

Sin lugar a dudas que este accidente hace 98 años conmocionó a toda la región, por tratarse de una personalidad de la época y coincidentemente ligado al Hotel que hoy describimos.

Hacia 1952, el hotel cambió de manos y pasó a llamarse "Santa Lucía", en honor a Lucia Zagaglia.

Había arribado al edificio,  la familia FORESTI. Llama la atención, o el destino mismo, yá que el mismo año de lo ocurrido con Ardohain (1926), arribó a Argentina Enrico y  luego sus descendientes, décadas mas tarde, se harían cargo del hotel.

Enrico Foresti (33), se embarcó el 23 de Setiembre de 1926 en Génova, arribando a Argentina en Octubre de 1926.

Germano Foresti (68)- Tatarabuelo y Lucía Zagaglia esposa de Enrico (32). Con ella bajaron sus hijos Nello Foresti (6), Atilio Foresti (1 año) y Enriqueta Foresti (4 años), todos nacidos en Cartoceto (It). Ellos se embarcaron el 31 de diciembre de 1927 en Génova y arribaron el 21 de Enero de 1928.

En Argentina, nacieron Juan, Adelcisa de Alvarez, Dalmacio Edelmiro y Maria Foresti.

Olga Foresti, es vecina de nuestra ciudad e hija de Nello y nos cuenta recuerdos especiales del Hotel Santa Lucía en Tornquist, un lugar familiar que marcó época. Desde su importancia durante la revolución del '55 hasta las celebraciones familiares en su comedor acogedor, Olga comparte la esencia única de este lugar donde la hospitalidad y el calor humano eran fundamentales.

Olga Foresti 

Historia del Hotel Santa Lucía 

“Recuerdo lo que me decían mis papas, ellos estaban en el campo (Cercano a Balneario Parque Norte) y se vinieron al hotel. Mis papas contaban que en la revolución del 55 las tropas habían bajado en la estación, se cruzaron y estaban pertrechadas al lado del hotel que era el taller de los hermanos Molina y que mis tíos les daban de comer ”. 

“El hotel trabajaba mucho con la gente de campo que se quedaban dos o tres días y también con los tanteros que venían de Santa Fe y Córdoba a cosechar y se quedaban hasta dos o tres meses, eran prácticamente como una familia, tal es así, que recuerdo que siempre en las fiestas se hacía una mesa enorme para celebrar todos juntos”. 

“El sótano estaba preparado para hacer despedidas de solteros y reuniones familiares. Mis papas y mis tías eran los que cocinaban todo casero. Había gente de Tornquist que iba los fines de semana a comer con su familia porque justamente era todo muy familiar, la comida no era gourmet, sino que era mas estilo bodegón como se suele llamar hoy”. 

“Había dos fechas muy importantes que se llenaba el hotel, una era en semana santa que venía gente de turismo y cuando había carreras (Turf) que estaban una semana en el lugar, también ellos eran parte de la familia”. 

Distribución del hotel

“Ingresabas y tenías el despacho de bebidas y hacia la izquierda estaba el comedor. Después había como un pasillito y un hall donde había unos sillones con un televisor, a la izquierda estaba la cocina que era muy grande y bien ventilada. Contaba con una mesa enorme de madera donde cada vez que terminaban la limpiaban con un cepillo y detergente”. 

“Después se pasaba a un patio que era de forma cuadrada con todo un corredor alrededor y las habitaciones daban ahí. Contaba con un total de 15 habitaciones donde solo había dos con baño privado, cada habitación era enorme, también había un lavatorio. El lugar contaba con dos sótanos, uno que abarcaba toda la parte del comedor y otro en la parte del bar”. 

“Atrás había tres lugares para poner autos, y arriba, subiendo por una escalera de madera, había un gran altillo donde ya a lo último era un peligro, e incluso cuando llovía se tendía la ropa y en la parte de abajo se encontraba el lavadero”. 

¿Había empleados?

“En un principio era todo en familia, luego cuando las mujeres se fueron casando se pusieron empleados, pero solamente uno o dos, mas no”. 

¿Qué actividad cumplía tu papa? 

“Mi papa era el que atendía el comedor, el despacho de bebidas y se encargaba de las compras”. 

Sobre su vida en el hotel 

“Yo estuve en el hotel hasta los 29 años, nunca me gustó mucho , no sé bien porque, pero no me gustaba mucho estar con la gente. Me tocaba ayudar en la cocina, lavar los platos y la ropa que se lavaba a mano en unos piletones con mucho frio”. 

¿Cómo hacían para calefaccionarse?

“Teníamos estufas de Kerosene hasta que salió el gas y se pusieron esas estufas cuadradas. Adentro de las habitaciones nosotros jugábamos a que fumábamos porque cuando respirábamos salía vapor, era bastante crudo el invierno”. 

Culminó diciendo; “Recuerdo de esa época que cuando se celebraba navidad no existía Papa Noel, en ese tiempo era el pesebre, entonces nos juntábamos todos los chicos de la cuadra y armábamos el pesebre en ese patio, era como un ritual”. 

El hotel en sí, cerró hacia 1982 y luego pasó también la sede del Club Hípico aunque de a poco se fue apagando, hasta su final.

Hoy, el edificio es fiel testigo de toda la historia vivida. En 2024 aún luce la fachada que pronto se convertirá en la actual agencia de autos IRINEO a cargo de Gustavo Consoli y Fernando Maier que adquirieron el lugar a los hermanos Alric (Hijos de Enriqueta Foresti).

El pasado da paso al progreso y a un nuevo lugar y que creímos oportuno traer a la memoria.

Marcelo Algañaraz- Noticias Tornquist.

Agradecimientos a Olga Foresti por su Hospitalidad y archivo fotográfico, Andrés Alric por el aporte de datos y Fernando Maier por fotos tomadas y por permitirnos ingresar y recorrer lo que queda en Pie, incluyendo los sótanos y su salón principal.

Audio Olga Foresti Nota
Fachada Actual

Publicidad Diario Tornquist hacia 1949

Publicidad Diario Tornquist 1953

Foto de 1906- El Edificio en todo su esplendor

Familia Foresti y frente del Hotel

La puerta principal y familia Foresti en Hotel

La cocina del Lugar de época

Una celebración en el sótano

La barra del Hotel, en el centro Atilio Piermattei

Una mesa del bar

Sello de la mesa de bar

La Cocina antes de ser demolida

A la izquierda el lugar donde estaban las habitaciones y el patio central

El sector donde funcionó la cocina

Sector de habitaciones

La Puerta de Ingreso desde adentro

Una de las puertas antiguas

Salón comedor

Otra vista del salón comedor

El techo original

Salón comedor

Antiguas llaves eléctricas

Las paredes intactas del sótano donde se efectuaban celebraciones

El sotano donde se guardaban bebidas

Frente actual

Las persianas de època

La histórica puerta de ingreso al hotel

Otra foto de la fachada

La Puerta de Reja

Herrería de obra

Fachada

Galpón actual de Irineo Automotores

Olga Foresti. Nos brindo su testimonio que mucho agradecemos

El Casamiento de Enriqueta Foresti de Alric