Los acompañantes terapéuticos y su importante función
Testimonios de familiares de personas que reciben ese tipo de asistencia.
“Estamos realmente agradecidos de haber contado con un equipo de Acompañantes Terapéuticos que fueron, sin dudas, un ejemplo de empatía, sostén y esperanza ante los momentos más críticos de las personas de tercera edad. Nos dieron la confianza y aceptación que necesitábamos para no doblegarnos”.
“En el caso de mi familia, recurrimos a la figura del Acompañante Terapéutico debido a mi abuela, una señora mayor de 80 años que requería asistencia física debido a una fractura de cadera y actividades funcionales de la vida diaria en la que solicitaba ayuda o acompañamiento. De ahí los años compartidos con su acompañante.
A medida que se fomentaba el vínculo, se elaboró un puente entre mi abuela y su familia, a la vez que subjetividad fue contemplada en todo momento, junto con sus necesidades; desde cortes pelos hasta paseos diarios, esos pequeños detalles son los más importantes a tener en cuenta.
La figura del acompañante dista mucho del cuidador, trasciende el concepto. Se acompañó a una persona de la tercera edad que pudo recuperar un montón de cosas, y para nosotros fue una experiencia hermosa, es por eso que esperamos mayor cantidad de profesionales que puedan acompañar de la misma manera como sucedió con mi abuela”.
“Estoy agradecida y conforme con el acompañante de mi madre, ya que me ayudó a asumir y enfrentar su enfermedad, alzheimer. Fue de mucho sostén en los momentos difíciles y me enseñó a utilizar distintas herramientas para poder transitar la situación de la manera más adecuada. Agradezco la confianza y la atención que brinda constantemente hacía mi mamá. Muchas gracias”.
“Somos papas de un nene autista. Genaro tiene siete años y asiste a primer grado en la Escuela N° 28.
Nos costó mucho conseguir acompañante en su paso por el Jardín de Infantes y, de hecho, no pudimos tenerla. Actualmente, en su primer grado, está Daniela, su acompañante.
Siempre digo que ella es un ángel que está cuando mamá no. Es importante contar con un acompañante, no sólo por los cuidados, sino por la confianza, el vínculo que establece y la tranquilidad que tengo como mamá de saber que él está bien.
Es importante, fundamental y agradezco poder tenerla”.
“Siempre nos sentimos muy acompañados ya que nuestra acompañante se muestra predispuesta ante nuestras dudas y consultas. Fue lindo ver cómo se mejoraban y superaban las barreras en el día a día, desde un lugar de respeto y empatía. La verdad es que fue muy lindo”.
“Tengo una hija diabética y celíaca. Tener un acompañante fue una tranquilidad para la familia porque en ese entonces ella estaba viviendo sola y la ayudó a organizarse con los medicamentos y las mediciones de glucosa, además de llevar un control de rutina”.
“Cuando necesitamos un acompañante para mi mamá, sentí que no estábamos solas, que había personas ayudaban y sostenían a mi mamá en su dolor y limitaciones con paciencia, respeto y cariño. El mismo cariño que le dábamos nosotros”.
“El acompañante terapéutico de nuestro hijo con la condición del espectro autista es un gran referente y sostén para nuestra familia. Gracias a su trabajo comprometido, pudimos ver grandes avances en la vida de nuestro hijo”.
