Situación vivida en el hospital municipal "Dr. Alberto Castro"

11/03/2021 21:01:16 | 8581 LECTURAS | LECTORES

Escribe Dora Ana Gabriela Nori.

Por medio de la presente misiva me dirijo a Ud., en medio de un profundo dolor, espanto e indignación, a fines de poner ante vuestro conocimiento, la crónica de la muerte de mi padre don Basilio "COCO" Nori, quién afectado por el virus COVID-19, fue internado en el Nosocomio local "Hospital Municipal Dr. Alberto T. Castro", resultando ser una víctima colocada en situación de desamparo, abandonado a su suerte, siendo ésta una persona incapaz de valerse por sí misma.  Encontrando la muerte en una ambulancia que lo trasladada en estado de desahucio a la ciudad de Bahía Blanca.

Mi padre se encontró en un estado de desamparo tal que que no recibió la ayuda que se le debió brindar por los profesionales de la salud, esto es, cerciorarse que sea la ayuda NECESARIA que la situación reclamaba (es decir, al momento que el personal de salud brinda su auxilio, debe apoyarse en alguna otra autoridad o persona para que den aviso y busquen los auxilios necesarios). Es conocida la idea de que: “La medicina es un sacerdocio”… “somos médicos las 24 hs del día”… éstas y otras son frases que solemos oír a diario. Y es así no sólo en el plano ético – moral ( juramento Hipocrático), sino también desde el punto de vista legal. 

Pasaré, sin más, a dar un detalle cronológico de los últimos dolorosos días de mi papá, quién debió ser socorrido conforme a la política sobre el derecho universal a la salud, y no lo fue.

* DÍA UNO -HISOPADO-: El Sr. Basilio NORI recibe un mensaje de texto informándole sobre día y horario para realizársele el hisopado, en el área de COVID, correspondiente al Hospital de Tornquist. En el mismo texto, se indican las condiciones en que debía presentarse: 

1. Tres (3) hs. de ayuno; 

2. Sin higiene bucal; 

3. Sin ingesta de agua. 

NO SE REALIZAN EXCEPCIONES. 

Mi padre se presenta, en el día y horario asignado, y se lo sitúa para practicarle el hisopado, arrojando dicho test resultado: POSITIVO. Dicho efecto me es comunicado por una enfermera del nosocomio. Disponen la internación, argumentando que mi padre tenía principio de neumonía, lo que afectaba, severamente, sus pulmones.

A la tardecita (no puedo precisar horario) pasa a verlo la Dra. Santa Cruz, su médica de cabecera, informándole que lo iban a mudar a una habitación para enfermos de COVID, dicho traslado no se produjo. Sin embargo, debo decir que la atención recibida por la Dra. nombrada fue de destacar, de ella recibimos contención. El mismo día en que  ingresó mi padre al hospital, a otro paciente con igual cuadro de salud, se le asignó  -arbitrariamente- la habitación especial, dejando al Sr. Nori en el sector de guardias, priorizando al doliente que ingresó con posterioridad. Fecha: 9 de Febrero de 2021.-  

"Si bien el abandono de una persona es un delito aplicable a cualquier miembro de nuestra sociedad. Está claro que el médico tiene, además de una obligación moral y social, una obligación LEGAL de atender a toda persona sufriente sin dejarse llevar por diferencias económicas, trabas administrativas, diferencia de raza o creencia, situación socio cultural, mala relación médico- paciente, etc. Esta figura típicamente conocida como ”Abandono de Paciente” puede darse en todos los ámbitos donde precisamente recorre el médico". 

DIA 2.- Siendo las 10:30 a.m., me presento en el hospital, para ver a mi padre, quién 24 hs. después de su ingreso al nosocomio, continuaba en sala de guardias, y aún no se le había dado su desayuno. Cabe destacar que es costumbre que los pacientes de nuestro hospital reciban su primera ingesta de alimentación a las 8 a.m. Tuve que volver a mi casa para buscar agua caliente. Regresé al lugar a las 11:30 hs., horario en el que Coco tomó su primer mate cocido. El día anterior pedimos a la enfermera que le alcance agua, nunca se la llevó, razón por la que pudo hidratarse con agua de la canilla del baño. El 10 de febrero lo trasladaron a la habitación especial para pacientes afectados con COVID. Estuvo 24 hs. en la guardia y en las condiciones antes señaladas. Con una atención,  de total indiferencia y falta de empatía, ante una situación de especial vulnerabilidad. 

DIA 3.- Al mediodía del 11/02 el Dr. Diego Herrera, especialista en cardiología (M.P. 115253), le dá el alta a mi padre. Se adjunta a sus efectos constancia suscripta por el médico citado.-

Así las cosas, el día 12 de febrero, un día después de su externación mi padre presentaba un cuadro de dificultad respiratoria. El día 13 sus situación empeoró, tosía sin cesar. Me comuniqué, vía telefónica, con la enfermera Cristina Ebertz, quién se contactó con el Dr. Herrera,  éste le prescribe antibióticos e indica que al día siguiente acerquemos al Sr. Nori al hospital para su control. El día 14 de febrero, en cumplimiento de lo indicado por el médico antes nombrado, mi madre traslada al enfermo al nosocomio. Una vez allí le informan que el mismo debía quedarse internado para hacerse una placa. Lo dejaron en espera por más de hora y media para atenderlo -recibirlo-.

La suscripta, quién se encontraba trabajando llama cerca de las 14 hs. al hospital para conocer sobre la situación de su padre, y se le informa que aún no se le había hecho la placa. Regresé al hospital, y me atendió una médica de guardia, quién no estaba al tanto de la situación que atravesaba Coco, ni tampoco que se le habían prescripto antibióticos el día anterior. Asimismo, habiéndosele informado al personal médico y enfermeros correspondientes, que mi papá tomaba medicación por sus problemas crónicos de salud, durante su "estadía" en el Hospital, omitieron suministrarle la misma durante 8 días. En ese lapso de tiempo, el cuadro empeoró, sus pies estaban hinchados; entre los días 13 a 16 de febrero NUNCA fue higienizado, él llamaba a Paola AUCE, enfermera a su cargo, para que le alcanzara agua caliente o fría y no se la llevaba. Una noche se le salió la cánula de oxígeno y,  mi pobre padre no lograba colocársela razón por la que llamó a su enfermera (Paola Auce) y ésta le respondió: "para que te la sacaste" (SIC). Habiendo transcurrido 30 minutos la auxiliar de la clínica regresó a la habitación con intención de colocarle el oxígeno y notó que mi padre pudo asistirse solo, en su desesperación, y aquélla le reprochó "para que me llamaste si ya la tenes puesta" (SIC). "El profesional del arte de curar, además de evitar invadir con sus inconductas el terreno de la ilegalidad, tiene una obligación indelegable, desde el punto de vista ético y moral, de atender, asistir y contener a toda persona en situación de crisis, y nada debe anteponerse a este mandato primario".

Como si esto fuere poco se le dejaba la comida en la puerta sin avisarle que allí estaba. El día 17/02 yo informo al enfermero respecto del aspecto hinchado de los pies de mi padre, pidiendo que lo revisen, y ahí entiendo que la retención de líquido era consecuencia de la falta de suministro de su medicación crónica. 

El día 18 de febrero me llaman para darme el parte médico y la Dra. de turno me comenta que le había notado los pies bastante inflamados. Todos los partes, pese a la notoriedad del empeoramiento de su cuadro de salud, informaban que el paciente evolucionaba favorablemente, por ejemplo se indicaba que el paciente estaba saturando mejor. El viernes 19/02 mi padre llama a mi hijo para pedirle que por favor reclame al personal del hospital que le devuelvan la ropa que, dos días antes, se habían llevado para lavar. Ese mismo día me acerco al hospital para llevarle los utensillos para afeitarlo, la habitación ni siquiera tenía ducha.

Ya el día 20/02, se comunican conmigo a las 10 a.m., informándome que mi padre, don Basilio "Coco" Nori, estaba en estado crítico. Lo mudaron de habitación, un desastre de habitáculo (sucio, desordenado, las ventanas no abrían, ni el ventilador funcionaba). Le suministraban oxígeno en cantidad insuficiente; cómo es eso posible siendo que el Hospital cuenta con una terapia intensiva con 5 respiradores y camas de primera generación?. Mi padre se murió ahogado. Murió en estado de abandono. Murió sufriendo. Murió desamparado. No se le respetó el derecho a una muerte digna. Dentro de los aparatos había una bomba para controlar el goteo del suero y de la medicación que le pasaban, agotados los dos -suero/medicación- la bomba sonó durante al menos 10 minutos y nadie se presentó a controlar qué ocurría, atiné a tomar el teléfono para solicitar asistencia pero el teléfono estaba roto. Mi padre aguardó por una cama durante 10 hs. Cuando el cuadro se agudizó ordenaron el traslado a la ciudad de Bahía Blanca. Falleció en la ambulancia. 

La paradoja es que cuando nos invadió la Pandemia -COVID-19- urgía que los nosocomios contaran con respiradores, atento el virus ataca sin piedad las vías respiratorias. El Hospital local fue equipado por CINCO RESPIRADORES, que nunca fueron utilizados. Vale hacer alusión a la conferencia de prensa brindada por el Sr. Intendente Municipal Sergio Bordoni , en la tarde del 2 de Julio de 2020, quién  junto al Secretario de Salud Miguel Pagnotta y el Director Médico del Hospital Dr. Daniel Barca brindó una conferencia de prensa, para informar que el nosocomio local ya contaba con tres respiradores instalados en las habitaciones destinadas para Covid-19. Así: "El jefe comunal expresó su contento por tener finalizada la obra que permitió la instalación de un sector especial para enfermedades respiratorias, especialmente Covid-19. Además enfatizó que en los últimos días arribaron los dos respiradores que faltaban, para tener las habitaciones equipadas junto con los monitores multiparamétricos, y las camas de terapia que fueron donadas. Por su parte, el Secretario de Salud resaltó la importancia de continuar con las medidas de prevención necesarias para seguir manteniendo los números de casos como hasta el día de hoy. El Dr. Barca manifestó que el personal de salud se encuentra en constante capacitación para brindar una atención de calidad. Asimismo resaltó que todos los ciudadanos deben cuidarse, para poder cuidar al recurso médico, que es muy bueno pero escaso. Bordoni finalizó expresando que lo más importante es invertir en materia de equipamiento como también de recursos médicos, no solo para atravesar este momento de pandemia, si no para mantener todas estas incorporaciones, una vez finalizada la misma". (Ref. TORNQUIST MUNICIPIO -Nota publicada el día 2 de Julio de 2020).-

Resulta sorprendente, que 7 meses después de la conferencia de mención, donde el Jefe Comunal, nos alentaba con la incorporación del mobiliario médico que equipaba las habitaciones, dicho equipamiento permanezca ocioso, mientras vecinos de nuestra ciudad, afectados por el virus pierden su vida.-

Nuestro Código Penal (CP), en su art. 106 contempla la figura de Abandono de Persona, desprendiéndose de su texto la estricta tutela de dos bienes jurídicos: la salud y la vida, respectivamente, valores cuya protección forma parte de los objetivos más preciados del Derecho Penal contemporáneo.

Así la legislación vigente contempla dentro del punto de vista Civil en sus órbitas contractuales y extracontractuales (la mayoría de los actos médicos) y Penal, al Abandono de Persona ya sea por acciones un omisiones que puedan colocar en situación de peligro a la persona afectada, independientemente que le terminen generando un daño efectivo o no. Por supuesto que si este se llegare a producir, la pena será siempre mayor. Nuestro Código Penal contempla la figura del Abandono de Persona dentro de dos tipos de delitos: Abandono de Persona (Art. 106 CP) y Omisión de Auxilio. Ambos son de carácter doloso. Es decir que se sabe la necesidad de actuar y no se lo hizo. En la negligencia – culposo – no existe intencionalidad para causar daños. Es decir el negligente ACTÚA mal pero actúa al fin. El que abandona no. 

Sin más, y con el fin de hacerle conocer la situación de penuria que vivió mi padre y con él la de toda su familia, por las razones expuestas antecedentemente,  le imploro recabe los medios necesarios  para controlar esta situación absolutamente irregular, con el único objeto de que ningún otro vecino de nuestra ciudad deba padecer el desamparo y la violación a un derecho universal como lo es la salud y la muerte digna.-

                Dora Ana Gabriela Nori 

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