Supieron de grandes que fueron adoptados y ahora buscan datos de sus orígenes

Marcela Pacheco, Alejandro Palacio y Viviana Stabile se contactaron a través de las redes sociales y este viernes en nuestra ciudad de conocieron personalmente. ¿A que se debe su encuentro? A que tienen un mismo objetivo: saber de dónde vienen.

Los tres nacieron en 1965 y de grandes supieron que sus padres no eran los biológicos sino los adoptivos, aunque ellos sostienen que fueron “apropiados”. En los estudios de FM de la Ciudad 99.5 “Nuevo Aire” se hicieron presentes y contaron su historia.

“Nos une la búsqueda de nuestros orígenes, decidimos conocernos y ver qué podemos hacer para resolver una situación que nos tiene siempre en vilo. Saber de dónde provenimos sin buscar beneficio económico, sino vernos en un espejo y encontrar el rostro de los nuestros. Qué enfermedades tuvieron, de donde venían, cuáles fueron las dificultades y entender que les pudo haber pasado”, indicaron.

Stabile vive en Usuahia pero se encuentra en nuestra ciudad, ya que en un tiempo se radicará de manera definitiva acá. “En aquellos años solía ocurrir que era una vergüenza para la familia y mandaban a sus hijas a tener a sus hijos a otro lado y entregarlos. A veces los entregaban y a veces las engañaban”, contó.

“Desde el 2015 estoy en los grupos de búsqueda y escuché historias de todo tipo. Entre ellas, la persona que firmó mi certificado de nacimiento, me dijo que había entregado a 150 niños y que convencían a las mamas y le decían que sus hijos habían nacido muertos”, relató.

“Me enteré que era adoptada cuando tenía 12 años; a los 19 fui al Hospital Eva Perón de Punta Alta y pude ver en los registros que estoy en los libros de nacimiento, pero no figura que mi mama haya estado internada”, añadió.

Por su parte, Palacio contó que vive en Lincoln pero nació en Bahía Blanca, lo que siempre le generó incertidumbre de por qué lo habrían ido a tener a una ciudad que queda a 600 kms de donde viven.

“No me entraba en la cabeza cómo me vinieron a buscar mis padres a Bahía en esa época, ya que no era tan fácil el traslado. Me enteré que era adoptado hace cuatro meses; mi hija se contactó para hacerme el ADN en Rosario y salió que soy descendiente de alemanes del Volga”, señaló.

Describió además que “mi hermana, que era de 1951, también nació en Bahía Blanca, al igual que mi hermano en el 56”. “Éramos muy distintos físicamente, no me veía para nada parecido a ellos y la edad de ellos tampoco me daba”, dijo.

“Supe que hace dos años que soy adoptada, siempre lo sospeché pero nunca me animé a preguntarlo. Cuando mi mamá estaba bien le pegunté y no me contestó, que fue lo que me afirmo un poco más que era adoptada”, dijo más adelante Pacheco.

“Le pregunté a un familiar y me dijo que si, que me trajeron mis padres y que nadie sabe quienes son mis papás biológicos. Toda la familia y los vecinos sabían, pero nadie sabia de donde vengo, fue como un secreto”, comentó.

Sostuvo que las sospechas de que no eran sus progenitores biológicos porque “era muy distinta en carácter, no solo físicamente, pero ellos no querían que yo me enterara”. “La partida de nacimiento es muy trucha, porque no dice ni hospital médico ni partera, solo figuran mis padres adoptivos y vecinos que firmaron como testigos”, afirmó.

“Nos decimos adoptados, pero la adopción es un proceso legal y nosotros somos apropiados”, aseguraron y manifestaron que en el país “somos tres millones de personas que estamos buscando nuestra identidad”.

“Dejo la puerta abierta a que mis padres también fueron engañados; nos criaron con todo el amor y todas las dificultades que tenían en esa época con los chicos eran adoptados”, dijo Pacheco.

Por último, indicó que existen dos importantes grupos en la red social Facebook de gente que busca sus orígenes: ‘Completando mi historia’ y ‘Nuestra primera página’.