Aniversario del natalicio de Don Aquiles Evangelista

21/04/2019 13:39:10 | 675 LECTURAS | GENERALES

Fue el decano del periodismo de Tornquist. Había nacido en nuestra ciudad el 21 de abril de 1897. Falleció el 1 de Marzo de 1985. A 122 años hoy lo recordamos.

Aquiles Evangelista, quien en vida ostentara el bien ganado título de “decano de los periodistas de Tornquist”, nació en esta localidad el 21 de abril de 1897 (por entonces Partido de Bahía Blanca). Fueron sus padres Domenico (Domingo) Evangelista y Custodia Cianchetta, inmigrantes italianos provenientes de la Región Abruzzo.

Es de destacar que salvo un período de casi tres años, comprendido entre 1898 y 1900, en que junto con sus progenitores y hermano Cecilio (dos años mayor que él) residió en Buenos Aires en la casa de su abuelo materno Aquiles Cianchetta, su vida transcurrió íntegramente en Tornquist. Cabe aclarar al respecto, que durante su juventud fue tentado en tres oportunidades para probar fortuna en otros sitios pero, sin duda, su destino estaba en el pueblo que lo vio nacer.

Como también lo hacían los demás niños de su época, ir a la escuela, trabajar desde muy temprana edad y compartir juegos con sus amigos, era parte de su vida cotidiana. Fue en esas circunstancias que ofició de “caballerizo” y más tarde se empleó como mensajero del Telégrafo de la Provincia, reemplazando en esta función a su amigo Enrique Mutti, quien fuera el primero en ocupar dicho cargo en la joven población.

Siendo muy jovencito, aprendió el oficio de tipógrafo y los secretos de la impresión gráfica en la imprenta de Don Justo Baroni, y a partir de entonces, desarrolló activa y continua actuación en las artes gráficas y el periodismo. Justamente como periodista y cuando apenas contaba 17 años, se inició en “El Eco de Tornquist” para luego trasladarse hasta la ciudad de Tres Arroyos, donde por un breve tiempo se desempeñó en el diario “La Reacción”. Más tarde y ya reinstalado en Tornquist, trabajó en “Adelante”, continuando en 1920 en “Verbo Cívico”, hasta fundar el 1º de marzo de 1921 su querido periódico “Tornquist”.

Una curiosidad digna de tener en cuenta, es que el periódico fundado por Aquiles llevaba por nombre “Página Libre”, denominación ésta que se prolongó por casi un año. La demora en la obtención de la propiedad intelectual, tal vez debido a la sugerencia libertaria, obligó al cambio por “Tornquist” que perduró por más de seis décadas.

Otra circunstancia no muy conocida, es que durante el año 1926 y por un lapso de casi tres meses, Aquiles fue reemplazado en la dirección del periódico por él fundado. Esto se debió a un emprendimiento comercial que intentara con su hermano en la localidad de Saavedra (que lo mantuvo alejado de Tornquist)  y también, a consecuencia de un  litigio que lo obligó a dicha decisión.

En realidad, situaciones similares se reiteraron durante gran parte de la década del veinte, época en la que en más de una oportunidad  debió recurrir al acostumbrado por ese entonces “dirección y redacción anónima”, eso sí, se dejaba en claro que la publicación “tenía editor responsable” En 1930, una vez disuelta la sociedad comercial que compartía con su hermano Cecilio (emprendimiento tan ambicioso como ineficaz), determina que Aquiles ponga todo su empeño únicamente en  la imprenta y el periódico, conformando una nueva sociedad con su amigo y colaborador Vicente Di Nunzio, denominada “V. Di Nunzio y Cía.”. Es a partir de ese momento que el periódico comienza a exhibir el  definitivo “Director Fundador Aquiles Evangelista”.  

Superadas esas primeras vicisitudes, es de destacar que como fundador y director del periódico Tornquist, ocupó el sitial desde donde don Aquiles cumplió su actuación más prolífica como periodista, siendo sus propias palabras las que mejor identifican y sintetizan su personalidad: “… considerándome periodista por vocación, jamás traté hacer de la pluma un arma de odio hiriente y mordaz, sino que por el contrario me esforcé guiándola por el sendero de un  periodismo doctrinario y de bien público. He bregado siempre y de manera constante por todo aquello que significara un avance con miras al progreso local y regional, y luché además por estar presente y apoyar todas aquellas manifestaciones culturales que lo reclamaran”.

Disfrutó a pleno de su profesión, transformándose en un verdadero apóstol  del periodismo de campaña (como gustaba expresarse cuando se refería a publicaciones de pueblos y ciudades pequeñas) defendiendo de manera irrestricta todo aquello que considerara justo y oponiéndose con vehemencia a las arbitrariedades. Esta búsqueda permanente de justicia e independencia de criterio (aún a riesgo de equivocarse y el valor de reconocerlo) le valió alguno que otro disgusto, como la nefasta noche del 28 de febrero de 1932 , en que por pensar distinto y manifestarlo en las páginas de su periódico fue víctima de un atentado criminal.

En esa oportunidad, al atropello y la sinrazón le respondió con su mejor arma: el lenguaje volcado en su periódico. Esa misma noche sobreponiéndose al temor, la ira y la sed de venganza, apeló al raciocinio y en el boletín nº 586 del “Tornquist”  dirigiéndose a la población manifestó entre otras cosas “Al Pueblo de Tornquist … No desaparecida aún la penosa impresión que causó en mi espíritu el bárbaro atentado de que fui objeto, me dirijo al pueblo de Tornquist para que conozca la dolorosa realidad del infame suceso y condene con su desprecio a los mal nacidos que anoche quisieron eliminarme. Los designios de la Providencia fueron otros y aquí estoy para acusarles y para seguir combatiendo por la defensa de los ideales que mantendré latentes a expensas si necesario fuera de mi propia vida … sigue … Tornquist, febrero 28 de 1932 (fdo) Aquiles Evangelista”. Todo el pueblo acudió en apoyo del joven periodista, cerrando el comercio sus puertas y concentrándose los vecinos en verdadera “pueblada” frente a la Comisaría, presionando a las autoridades para rescatarlo de un tan injusto como inexplicable encarcelamiento que se sumaba al vandálico atentado (irónicamente en lugar de protección, la víctima recibía el escarnio del encierro). Supo de otros contratiempos, pero ninguno de la magnitud del precedente.    

Cabe aclarar que durante su actuación en la dirección del periódico y hasta el momento de haberse desligado del mismo y de toda otra actividad periodística, colaboró en diversas publicaciones, entre ellas “El Fiscal” de Coronel Suárez, “El Reflector” de Pigüé, etc., habiendo ejercido además y durante muchos años las corresponsalía de los diarios capitalinos “Pregón” y “La Razón”, así como de otras publicaciones.

El 20 de junio de 1932 contrajo matrimonio con Juanita Muñiz (su compañera inseparable), de cuya unión nacieron sus dos hijos: Gladys  (Didí) quien lamentablemente falleciera en plena juventud, y Alberto (Beto), actualmente jubilado del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires y con domicilio en la vecina ciudad de Bahía Blanca, donde colabora con distintas instituciones italianas además de haber ejercido la presidencia del Centro Abruzzese e Molisano desde diciembre de 2005 a octubre de 2010.

En febrero de 1947 Aquiles Evangelista fue designado Juez de Paz del Distrito de Tornquist, función que desempeñara con idoneidad y sabiduría durante seis años, constituyéndose en un verdadero pretor por su dedicación y responsabilidad puestas al servicio de la población.

Por entonces y debido a la afección en uno de sus ojos (sumado a su miopía congénita), don Aquiles corre el riesgo cierto de perder la visión, tornándosele sumamente difícil su tarea como periodista y sobre todo el manejo de la tipografía y las máquinas impresoras.

Como consecuencia de lo precedente y después de algunos años de duro esfuerzo en los que con hidalguía se sobrepone a su dificultad, en diciembre de 1952 se acoge a los beneficios de la jubilación (Caja de Periodistas … el único caso en Tornquist) y en 1957 transfiere los derechos del periódico, desligándose a partir de entonces del accionar periodístico.

Sin perjuicio de su edad, considerándosele aún un hombre de real valía debido a su lucidez y dotes intelectuales, el intendente Rogelio Cafasso lo convoca en 1966 para que organice y actualice el Digesto Municipal, y unos pocos años más tarde, en 1973, durante la gestión de Roy Carlos Williams, es designado Director Municipal de Cultura y Encargado de Ceremonial, funciones éstas que desempeña “ad honorem”.

Es de remarcar además, que durante la década de 1920, en sus años de juventud, Aquiles se desempeñó como Subdirector de la Banda Municipal de Música (la que integraba desde niño como ejecutante del “pistón”) y también actuó como Director de la Banda Infantil, creada en 1923 por el Maestro don Bautista Mutti.

El 1º de marzo de 1985, ya próximo a cumplir los 88 años de edad, el viejo y querido periodista don Aquiles Evangelista, cerró sus ojos para siempre. Quiso el destino que falleciera el mismo día en que su amado periódico Tornquist hubiera cumplido un nuevo aniversario (había dejado de publicarse en 1983).

Texto: Alberto Evangelista(+)  Ensayo de Biografía escrita en 2010 para nuestra redacción.

Aquiles en su Juventud

Aquiles en 1925 paseando conamigos(Izq)

Aquiles en 1984 junto a su esposa Juanita Muñiz

La casa de Don Aquiles en calle 9 de Julio

Periódico Tornquist

Periodico Verbo Cívico